Se realizó una inspección de seguimiento al establecimiento ubicado en la calle San Antonio 302, el cual fue clausurado en octubre del año pasado por operar como bar clandestino sin contar con licencia de funcionamiento ni certificado ITSE.
Durante la intervención inicial, se evidenció que el local operaba bajo la fachada de restaurante, contando incluso con una chimenea, aunque esta no estaba en funcionamiento ni presentaba signos de uso real.
En esta reciente inspección se constató que el local permanece cerrado y ya no está en funcionamiento, confirmando así el cumplimiento de la medida de clausura impuesta por la comuna. Con esta visita, ya son siete los locales clausurados por incumplir con las normativas municipales en lo que va de la gestión.
El alcalde Germán Torres reafirma su compromiso con la seguridad del distrito y recordó que se continuará con los operativos inopinados para detectar y sancionar a aquellos locales que funcionen al margen de la ley.
